La felicidad, independientemente de la cantidad de bienes materiales que uno posee, es algo que está en el interior de nosotros. Empezar a ser feliz depende tan sólo de algunas de estas actitudes.
Abrazar y abrazarse. Acariciar. Aprender. Aprender a quererse. Aprender con sus errores. Admirar a quien se lo merece. Asumir sus obligaciones. Ayudar más. Aceptar sus límites.
Besar. Cuestionar. Creer en sí mismo. Caminar más. Cautivar. Conocer sus limitaciones. Controlar los celos. Criticar menos. Confiar más. Consumir menos. Cuidar de un jardín. Cultivar una flor.
Dar gracias a la vida. Dejarse abrazar. Dejarse acariciar. Dejarse convencer. Defender sus derechos, los derechos de los otros y de todos, incluso, los derechos de la Madre Naturaleza. Descubrirse. Dudar. Descubrir la vida sin coche. Despojarse de la envidia. Desarmarse. Decir lo que pensamos. Defender la igualdad. Dialogar. Danzar.
Empezar. Enterrar los prejuicios. Estudiar los clásicos. Enseñar. Escribir. Escuchar. Escucharse. Entusiasmarse. Fantasear. Frecuentar menos los centros comerciales.
Gustar. Gustar más de sí. Galantear. Galardonar. Galopar. Gargarear. Gobernar. Gozar. Granjear. Guardarse. Guarnecer.
Hacer el amor. Hacer lo que le dé la gana. Hacer lo que dice. Hacer todo mejor. Huir de la ciudad. Honrar a la Madre Tierra. Habilitarse. Historiar. Honrar su palabra. Humanizarse. Hacer regalos, si así lo desea y si eso le da placer.
Impedir la discriminación, incluyendo la sexual. Idealizar. Imbuir sin menoscabar. Influir sin injerencia. Juntar. Juntar material para reciclaje. Jugar más con sus hijos.
Leer la filosofía de Kant (1724-1804). Leer la poesía y conocer la biografía de Kipling, hijo de emigrantes ingleses que nació en Bombay, India, en 1865. Rehusó el Nóbel de Literatura a los 41 años y murió en Inglaterra en 1936. Leer poesía. Leer la Biblia, el Corán, los enseñamientos de Buda u otras filosofías. Levantar bandera blanca.
Magnetizar. Mirar a los ojos. Meditar. Masajear su ego. No perjudicar a los otros. No ser violento. No endeudarse. No amargarse. Olvidar las diferencias.
Practicar la virtud. Practicar deporte. Pedir perdón. Perdonar y dejarse perdonar. Preguntar el por qué de las cosas. Prohibir el prohibir. Pensar globalmente, pero actuar localmente. Pensar antes de hablar.
Querer. Quedarse más en casa. Reempezar. Respetar. Respetar los derechos de otras personas, las diferencias y todas las culturas y razas, incluso, la suya. Revindicar sus derechos. Reciclar. Reutilizar.
Ser más. Ser humano. Ser solidario. Ser grato. Ser educado. Soportar. Salir menos. Seducir sin acosar. Saber. Saber perder, ganar y callarse. Saber decir no. Salir del armario. Soñar.
Tener menos. Tener atrevimiento y voluntad propia. Tomar decisiones. Tomar menos medicina. Trabajar menos. Utilizar el transporte público.
Vivir intensamente. Vencer la timidez. Verificar la verdad. Versar y, si es posible, también hacer versos. Vibrar con las pequeñas victorias. Vigilar. Vindicar. Visitar a alguien. Volar.
La poesía harmónica de Wagner hace bien a tu espíritu. La xenofobia te hace malo. Yoga hace bien a tu cuerpo.
La felicidad, independientemente de la cantidad de bienes materiales que uno posee, es algo que está en el interior de nosotros. Empezar a ser feliz depende tan sólo de algunas de estas actitudes.
Zacharias Bezerra de Oliveira, periodista de Adital. e-mail: zacharias@adital.org.br Fuente: Adital, Brasil
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